De acuerdo a los datos oficiales de estadísticas vitales de los países sudamericanos, el promedio anual de exceso de mortalidad durante los años 2020-2022 había sido de 24% respecto al año 2019. Sin embargo, si bien la pandemia de COVID-19 ya se consideraba superada en 2023, ese año el exceso de mortalidad en la región fue de 10% respecto al mismo año base de 2019, lo que indica que aún no se habían recuperado los resultados en salud previos a la pandemia.
El cálculo se realizó cotejando el promedio de variación porcentual de cada año en comparación con la cantidad de fallecimientos registrados en el año 2019. Si durante 2019 se estima que hubo 2,6 millones de personas fallecidas en Sudamérica, el promedio de fallecimientos durante los años 2020 a 2022 fue de 3,2 millones, lo que representa una diferencia de 630.000 muertes, que bien podrían ser principalmente atribuibles directa o indirectamente a la pandemia, ya sea porque la causa fue la COVID-19 –identificada o no– o porque hubo alguna otra causa relacionada con la pandemia, por ejemplo: falta de acceso a atención médica de otras enfermedades, o fallecimientos por causas externas, tales como accidentes de tránsito. En este sentido, el indicador “exceso de mortalidad” parece reflejar mejor la eficacia del sistema de salud ante la pandemia que el indicador “mortalidad por COVID-19”, no solamente por los eventuales subregistros, sino también por los efectos indirectos de la pandemia.
En el año 2023, el último del cual existen estadísticas oficiales en la mayoría de los países de la región, se estimó la cantidad total de fallecimientos en 2.855.000, lo que representaría unas 260.000 muertes más que en 2019. Conviene aclarar que en este incremento también incide el crecimiento poblacional, pero de manera poco significativa.
De todas formas, el exceso de mortalidad durante los años de pandemia mostró muy fuertes variaciones entre países. Si se excluyen Paraguay y Venezuela, de los cuales no hay aún registros oficiales de estadísticas vitales de los años 2022 y 2023, en Sudamérica el país donde hubo menor exceso de mortalidad en el período 2020 a 2022 fue Uruguay, con solamente un 8% de promedio anual, seguido de Argentina (18%), Chile y Brasil (22%), Colombia (30%), Ecuador (41%) y Perú y Bolivia (46%). Si se incluyen los datos de mortalidad del año 2023 a esta comparación, el orden de resultados entre países no cambia, aunque hubo diferencias relevantes entre algunos de ellos: siempre tomando como año base el de 2019, en 2023 los países sudamericanos con menor exceso de mortalidad fueron Uruguay (0%), Argentina (3%), Perú (7%), Brasil (9%), Colombia (10%), Chile (11%), Bolivia (12%) y Ecuador (18%).
En cuanto a los años, se observa que 2021 fue el año en que mayor exceso de mortalidad se registró: en 2020 fue de 18%, en 2021 subió a 38% y en 2022 se redujo a 17%, siempre tomando como base al año 2019. Comparando los datos según cada país, estas diferencias anuales se registraron en todos ellos, excepto en Ecuador, donde el mayor exceso se produjo en 2020, y en Chile, donde la mayor cantidad de fallecimientos fue registrada en 2022.
Fuente: elaboración propia, en base a los datos de los ministerios de Salud o de los institutos de Estadísticas de cada país: Argentina (DEIS), Bolivia (INE), Brasil (SIM-DATASUS), Chile (INE), Colombia (DANE), Ecuador (INEC), Perú (INEI), Uruguay (DEV-MSP). Venezuela y Paraguay: sin datos oficiales. A los fines de la estimación de los datos del conjunto de la región, los valores de Venezuela fueron estimados sobre la base de Datosmacro (https://datosmacro.expansion.com) y OWID (https://ourworldindata.org), y para Paraguay hasta 2021 fueron utilizadas las estadísticas oficiales (INE) y desde 2022 los datos de OWID.